Génova con Valencia
El sucesor de Bárcenas no acude a la sede, y el mal ambiente es generalizado
CARLOS E. CUÉ - Madrid - 22/02/2010
El PP insiste, con la prueba fehaciente de las encuestas, en que el caso Gürtel no tiene consecuencias electorales. En plena crisis, la gente está en otra cosa y casi nada de lo que pueda aparecer tiene efectos políticos, explican los dirigentes.
Pero lo que nadie se atreve a negar en el PP es que el caso Gürtel, el mayor escándalo de corrupción en este partido desde el caso Naseiro, a finales de los ochenta está teniendo inesperadas consecuencias internas. Y una de las más graves, y desconocidas, es el enfrentamiento y malestar que está generando en la llamada fontanería del partido; esto es: las estructuras del aparato de organización.
La última trifulca interna ha llegado tras la decisión del sucesor de Ricardo Costa como secretario general del PP valenciano, Antonio Clemente, de pasar la bola de la posible financiación irregular de este partido a Génova, la sede central. Clemente ha enviado una comunicación al Tribunal Superior valenciano en la que señala que "entre 2002 y octubre de 2008 no ha existido el cargo de tesorero del PP de la Comunidad Valenciana, ejerciendo las funciones de tesorería desde los órganos centrales del PP de Madrid, que son los que controlan, autorizan y fiscalizan la totalidad de las actuaciones".
Esta frase, que deja la pelota de la financiación en el tejado de Génova, ha provocado en los últimos días todo tipo de tensiones, conversaciones subidas de tono y cruce de mensajes agresivos entre Madrid y Valencia. Los miembros del equipo de organización del PP a nivel nacional, encabezados por el ex tesorero, Luis Bárcenas, no quieren asumir un problema que es, insisten, completamente valenciano. "Cualquiera que conozca un poco este partido, y sobre todo cualquiera que haya leído las conversaciones que se han transcrito, sabe que Génova no controlaba la financiación del PP valenciano y no sabe si ahí ha habido cosas raras o no. Se unifican criterios contables para presentar el informe del Tribunal de Cuentas, pero las relaciones con los proveedores, con las empresas o la percepción de donativos anónimos se hacían en Valencia. Ese intento de escurrir el bulto es una deslealtad total", señala un dirigente.
El más molesto con esta versión de los hechos que trata de trasladar el partido de Francisco Camps es el propio Bárcenas, al que su compañero valenciano citaba expresamente en el escrito como responsable de esas finanzas -entonces era gerente nacional, fue nombrado tesorero en 2008-. El ex tesorero sigue acudiendo con regularidad a su despacho en Génova -que no ha perdido- y comentando con todos los dirigentes que trabajan allí éste y otros asuntos.
Pero, además del enfrentamiento interno entre Génova y Valencia, lo que más preocupa en estos momentos es el conflicto interno que el caso Gürtel ha dejado en la fontanería del partido. La salida de Bárcenas, que dejó el puesto de tesorero en verano, cuando fue imputado por el Tribunal Supremo, ha alterado los equilibrios internos y ha provocado un enorme malestar con su sucesor, el gerente Cristóbal Páez.
El enfrentamiento entre Bárcenas, amigo de Francisco Álvarez Cascos y representante del PP tradicional, y Páez, un ejecutivo con poca trayectoria en el partido y apoyado por Dolores de Cospedal, la secretaria general, es total. Y este último ha tenido tantos problemas para imponer su criterio en la gestión de las finanzas del partido que directamente ha dejado de acudir a la sede.
Según confirman diversos dirigentes, el sucesor de Bárcenas sigue controlando algunas cosas por teléfono, pero no acude a la sede tras las tensiones y conflictos que se vivieron durante el mes de enero. Rajoy ha tratado sin éxito mediar, pero de momento no ha evitado que el caso Gürtel haya dejado la sede del PP mucho más revuelta de lo que las encuestas podrían indicar.