JOSÉ LUIS PEÑAS
21/05/2010
La pura verdad
Los cobardes y las ratas se retratan
Ciertamente, el caso Gürtel ha resultado ser una mina. Una mina de diamantes para la prensa en general, una mina de oro para los abogados penalistas, una mina de plata para determinadas asociaciones, y una mina de carbón para el Partido Popular. Dentro de esta mina de carbón muchos mineros, sucios y ennegrecidos por la corrupción están pasando un purgatorio sin precedentes, pero otros mineros compañeros y sabedores de todo lo que sus compañeros realizaban con la red correa, ahora, ocho años después, tratan de salir y limpiarse un poco la mierda declarando, a destiempo y en el lugar erróneo, que ellos superaron la tentación gürteliana.
D. Bonifacio de Santiago Este Alcalde de los arrabales del caso Gürtel se destapó en un diario nacional con una de su conocidas bravuconadas: Correa intentó sobornarle por la concesión de un contrato de basuras (que parece ser consiguió por dicho modo en Majadahonda y Boadilla), pero él, cortésmente, le invitó a salir de su despacho dando aviso a sus concejales de no contratar con el Sr. Correa en el futuro y específicamente a un concejal de no bajar al yate y chalé de correa en Marbella. Y el Alcalde D. Bonifacio, Boni para los amigos, lo dice sin despeinarse y sin atisbo alguno de pudor o sonrojo. Evidentemente se retrata el individuo, uno de los altos intelectuales peperos de la zona, especializado en la realidad del liberalismo económico. No en vano, salió de liderar el proyecto de un bar-tasca del municipio a regir los destinos municipales de los pacientes vecinos del municipio en cuestión.
Sin pudor ni sonrojo Está claro su desconocimiento sobre la ley vigente en este país, donde un cargo público que conozca un delito debe ponerlo en conocimiento de la autoridad, policial o judicial competente, máxime cuando él en ese momento, y actualmente, es el Jefe de todo un cuerpo policial, el de policía local de su municipio. Este comportamiento cobarde, ruin y trepa, es una imitación del que realizó el presidente de su partido, D. Mariano, cuando esputó aquello de que él había echado de Génova a Correa. Pero lo hizo sin denuncia, y dejándole campar en municipios de Madrid, Comunidad y toda Valencia, por no ser exhaustivo.
Aguirre
De forma rastrera también actuó la Sr. Presidenta madrileña cuando en su ansía de acaparar artículos y loas de sus primipilos alabadores dijo aquello de que fue ella la que evitó la Gürtel. Partido Popular en estado puro, tal y como es, pasándose la ley por donde quiere. Cobardes, traicioneros, mentirosos y envanecidos por tantos años de impunidad: todo esto ha quedado atrás, vienen malos tiempos para los que no tuvieron valor para denunciar, para los tahúres para los trileros.
En la intimidad
He compartido muchas comidas, actos y momentos con D. Bonifacio, Boni para los amigos. Lo que no he compartido nunca han sido las fastuosas monterías organizadas por el Grupo Dico y a las que él era asiduo, tan asiduo, como que era el único que asistía a todas las monterías programadas. Si ocho ese año, él a ocho. Si diez, él a diez. Pero debo reconocer que entre los alcaldes que conocí, D. Bonifacio era sin duda el más fanfarrón, bocón, fantoche y farolero de todos. Acomplejado frente a las personas formadas, se refugiaba en su bastón de mando para creerse más que nadie, y cuando la comida enfilaba a la timba de mus, se le podía oír hablar sin empacho del muflón disecado y con una abertura justo en el culo (del animal sometido a taxidermia) por donde metía y sacaba cosas. Otras veces era el padre más feliz del mundo porque había estado con su hijo de montería y habían salido de noche a los sitios donde el Grupo Dico terminaba las mismas.
Unos sí, otros no
En definitiva, prohibió hacer a su concejal lo que él hacía de continuo. ¿Construyó el Grupo Dico algo en su municipio? ¿Es verdad que no se volvió a contratar al Señor Correa en su protectorado? Ha sido usted el que se ha señalado, D. Bonifacio, boni para los amigos. Ha sacado pechito para que sus jefecitos le admiren y le vuelvan a reelegir para gobernar ese sufrido municipio madrileño, pero no debería haber sido tan cobarde, ocho años después. Qué vergüenza. ¿Cuenta usted con pruebas?
Usted y yo lo sabemos
Por otro lado, podría aparentar que la oferta del Sr. Correa no era suficiente, o a lo mejor es que ¿el gran amigo del Sr. Correa fue el que llamó para que lo recibiera? Esto es, él a la sazón presidente del Gobierno. Esto último a lo mejor fue lo que le impulsó a despedirlo cortésmente y no a patadas y llamando a la policía como habría hecho cualquier ciudadano decente. Dos años tuve que penar recopilando pruebas para destapar este escándalo de corrupción. Llevo otros dos años aguantando las insidias y los insultos de su partido para que usted ahora quiera quedar como un mirlo blanco. D. Bonifacio, usted y yo sabemos que como regidor no es más que un simple cuco, aprovechado y que no trina, sino que canta. Y además muy cobarde.
José Luis Peñas es el denunciante del caso Gürtel, ex concejal del PP en Majadahonda y abogado
Sin pudor ni sonrojo Está claro su desconocimiento sobre la ley vigente en este país, donde un cargo público que conozca un delito debe ponerlo en conocimiento de la autoridad, policial o judicial competente, máxime cuando él en ese momento, y actualmente, es el Jefe de todo un cuerpo policial, el de policía local de su municipio. Este comportamiento cobarde, ruin y trepa, es una imitación del que realizó el presidente de su partido, D. Mariano, cuando esputó aquello de que él había echado de Génova a Correa. Pero lo hizo sin denuncia, y dejándole campar en municipios de Madrid, Comunidad y toda Valencia, por no ser exhaustivo.
Aguirre
De forma rastrera también actuó la Sr. Presidenta madrileña cuando en su ansía de acaparar artículos y loas de sus primipilos alabadores dijo aquello de que fue ella la que evitó la Gürtel. Partido Popular en estado puro, tal y como es, pasándose la ley por donde quiere. Cobardes, traicioneros, mentirosos y envanecidos por tantos años de impunidad: todo esto ha quedado atrás, vienen malos tiempos para los que no tuvieron valor para denunciar, para los tahúres para los trileros.
En la intimidad
He compartido muchas comidas, actos y momentos con D. Bonifacio, Boni para los amigos. Lo que no he compartido nunca han sido las fastuosas monterías organizadas por el Grupo Dico y a las que él era asiduo, tan asiduo, como que era el único que asistía a todas las monterías programadas. Si ocho ese año, él a ocho. Si diez, él a diez. Pero debo reconocer que entre los alcaldes que conocí, D. Bonifacio era sin duda el más fanfarrón, bocón, fantoche y farolero de todos. Acomplejado frente a las personas formadas, se refugiaba en su bastón de mando para creerse más que nadie, y cuando la comida enfilaba a la timba de mus, se le podía oír hablar sin empacho del muflón disecado y con una abertura justo en el culo (del animal sometido a taxidermia) por donde metía y sacaba cosas. Otras veces era el padre más feliz del mundo porque había estado con su hijo de montería y habían salido de noche a los sitios donde el Grupo Dico terminaba las mismas.
Unos sí, otros no
En definitiva, prohibió hacer a su concejal lo que él hacía de continuo. ¿Construyó el Grupo Dico algo en su municipio? ¿Es verdad que no se volvió a contratar al Señor Correa en su protectorado? Ha sido usted el que se ha señalado, D. Bonifacio, boni para los amigos. Ha sacado pechito para que sus jefecitos le admiren y le vuelvan a reelegir para gobernar ese sufrido municipio madrileño, pero no debería haber sido tan cobarde, ocho años después. Qué vergüenza. ¿Cuenta usted con pruebas?
Usted y yo lo sabemos
Por otro lado, podría aparentar que la oferta del Sr. Correa no era suficiente, o a lo mejor es que ¿el gran amigo del Sr. Correa fue el que llamó para que lo recibiera? Esto es, él a la sazón presidente del Gobierno. Esto último a lo mejor fue lo que le impulsó a despedirlo cortésmente y no a patadas y llamando a la policía como habría hecho cualquier ciudadano decente. Dos años tuve que penar recopilando pruebas para destapar este escándalo de corrupción. Llevo otros dos años aguantando las insidias y los insultos de su partido para que usted ahora quiera quedar como un mirlo blanco. D. Bonifacio, usted y yo sabemos que como regidor no es más que un simple cuco, aprovechado y que no trina, sino que canta. Y además muy cobarde.
José Luis Peñas es el denunciante del caso Gürtel, ex concejal del PP en Majadahonda y abogado