¿Destituirían a este ministro del que les voy a hablar?
Ese ministro está en un país donde se corta periódicamente el suministro eléctrico, los coches tienen accidentes debido a la falta de mantenimiento de las autopistas, las empresas estatales producen menos, las empresas privadas son nacionalizadas especialmente en los sectores clave, los empresarios se quedan sin dinero para importar y el nivel de vida empeora de año en año.
Peor aún: en ese país, no hay papel higiénico en los supermercados, ni harina, ni leche. Ni muchos productos de primera necesidad. Y cada vez se produce menos internamente, y se importa más.
Pues el presidente de ese país no ha destituido a ese ministro irresponsable a pesar de que lleva en ese cargo desde 1999. Lo ha confirmado en su cargo como ministro de Planificación. ¿Quién es?
Les hablo de Jorge Giordani, ministro de Planificación de Venezuela. Es la persona que se ha cargado la economía venezolana atendiendo a su manual. ¿Qué manual? El de su ideología. La cual se resume en su frase: “El socialismo vive de la escasez”.
Nacido en 1940 en la República Dominicana, Giordani es hijo de un italiano de izquierdas que escapó de España pues era miembro de la Brigada Garibaldi, y de una hispano-venezolana. Giordani llegó a Venezuela con tres años. Cuando Chávez dio su intento de golpe de Estado en 1992, Giordani daba clases en la Universidad Central. En la cárcel, Chávez pidió conocerle porque la atraía su alternativa social presentada en la Universidad. Chávez fue indultado y cuando ganó las elecciones en 1998 le nombró ministro de Poder Popular y Planificación.
En una entrevista concedida entonces a El Universal, Giordani no se definía como un hombre de izquierdas sino con preocupaciones sociales. En otra entrevista en 2009 ya dijo más claramente: “Este Gobierno tiene el reto de construir una sociedad socialista”. En la entrevista citaba a Marx, a la utopía y arremetía contra los empresarios golpistas, rentistas y especuladores.
En la construcción de ese socialismo, había que condenar a los rentistas y fomentar a los trabajadores. La idea era buena. Venezuela se había acostumbrado a vivir de la renta petrolera. Esa renta pagaba todo: un combustible casi gratis (0,2 centavos de dólar por litro de gasolina), y servía para regar de dinero el país entero.
“¿Por qué tenemos que importar arroz?”, había dicho. Sí. ¿Por qué? “¿Cómo se combate la inflación? Tenemos que producir más”, añadió sensatamente.
Pero la sensatez hay que ponerla en práctica.
Hoy, después de 14 años de Planificación, Venezuela es un país con una inmensa renta petrolera, pero económicamente desastroso: una inflación superior al 50%, escasez de productos básicos, un bolívar devaluado, con infraestructuras en mal estado, déficit de viviendas, con más funcionarios que España, aumento de déficit fiscal, endeudamiento descalabrado, y que vive cada día más del petróleo.
¿Cómo es posible que se haya planificado todo tan mal? ¿Puede un ministro de Planificación actuar de esa forma contra su pueblo?
Estos son sus hechos: Giordani es partidario del control de cambio por medio de decretos. Por esa razón, el bolívar se cambia a 6 unidades por dólar en el mercado oficial, y a más de 60 en el mercado negro. Giordani cerró muchas casas de bolsa por especuladoras y ahora nadie confía en ese país. También creó el sistema de precios fijos, lo cual, ha hecho desaparecer de las estanterías los productos más básicos.
¿Cómo es posible que un hombre gobierne contra su pueblo?
Las claves las daba un militar que fue presidente de la compañía petrolera PDVSA. En una entrevista realizada en 2013, el general Guaicaipuro Lameda, afirmó que un día tuvo un encuentro con Giordani (hay testigos) en el cual, le recordó al ministro de que, la economía iba de mal en peor, y que había que planificar mejor.
“Mire, general”, -dijo Giordani, “usted todavía no ha comprendido la revolución. Se lo explico: esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza”.
Entretanto, la revista chilena América Economía le calificó como el peor ministro de Economía de Latinoamérica.
En la última remodelación del gobierno de hace pocos días, Maduro confirmó a Giordani.