El 6 de noviembre de 2007, José Luis Peñas, que había sido concejal en el Ayuntamiento de Majadahonda, se presentó en la sede de la Policía Nacional con más de dos horas de grabaciones de Francisco Correa y sus socios. Ellos no lo sabían pero comenzó el principio del fin de sus negocios y corruptelas. Peñas aportó, además de las cintas, exhaustiva documentación de quién era quién en la trama, los contactos políticos y las empresas implicadas, del gran caso de corrupción de la historia reciente de España. Tres meses después, se produjeron las primeras detenciones de la Gürtel. José Luis Peñas nos recibe en su despacho en el Centro Cultural de Aravaca, donde trabaja de jefe de ordenanzas, alejado de la política.
¿Cómo recuerda el día que presentó la denuncia?
Durante el verano de 2007 trabajé sobre las grabaciones. Transcribí, amplié y organicé toda la información para montar una denuncia consistente. Lo recuerdo con cierto alivio de haber cumplido con mi responsabilidad. Por un lado tenía una sensación de satisfacción y, por otro, de preocupación sobre las consecuencias que iba a tener, sobre todo por mi familia. Pero, por encima de todo, de satisfacción por un trabajo que me autoimpuse y que se lo debía a la sociedad.
¿En qué momento decide comenzar con las grabaciones?
Estaba reunido con Francisco Correa en un hotel de Madrid. Tenía la costumbre de hablar con el móvil por el manos libres. Estaba discutiendo con un concejal de Arganda del Rey, Benjamín Martín Vasco, (también imputado como Correa) por un asunto sobre unas parcelas. Y Benjamín dijo literalmente que si no le daban 300 millones, la operación no salía. Ahí me doy cuenta donde estoy metido. Yo llevaba dos o tres años en política y pensaba que Correa era un empresario de éxito. Nadie podía pensar lo que había detrás. En ese momento puedo hacer muchas cosas. Me puedo venir a mi puesto del ayuntamiento de Madrid a seguir trabajando, me podía haber beneficiado de los negocios o al día siguiente empezar a grabar.
Me costó una tarde. Hablé con mi mujer porque era una decisión que afectaba a mi familia y decidimos que lo correcto era denunciarlo.
Supongo que no era fácil realizar las grabaciones...
Lo hice de la mejor manera posible, aprendiendo sobre la marcha. Algunos han dicho que si era agente secreto del CNI. Nada más lejos de la realidad. He visto alguna película de James Bond y poco más (bromea). Puse sobre todo sentido común.
¿Hubo algún momento de tensión por ser descubierto o que pasara miedo?
En dos ocasiones. La primera fue por una grabación en la que había un alto voltaje delictivo. Ese día cuando volvía a casa, paré el coche la borré. Ese día tuve auténtico pánico.
¿Puede ofrecer algún detalle?
La borré incluso de mi cabeza para poder seguir adelante.
Fue después de presentar las grabaciones. No tuve contacto con Francisco Correa en seis meses. Había pedido retomar mi trabajo como funcionario y de repente me llama para quedar. Pensé que me había descubierto. Por aquellos entonces Correa tenía contactos en la Policía y trataba con la gente más poderosa del país. Tenía mucho miedo, pero me armé de valor y acudí a la cita, de nuevo con la grabadora. Fui a las oficinas que tenían en la calle Serrano con la grabadora. Me hicieron esperar solo mucho tiempo hasta que me recibieron. En ese momento, solo pensaba que iba a matarme o algo parecido.
La Comunidad de Madrid les debía dos millones de euros y querían que como abogado les llevara el caso. En enero de 2008 volvieron a llamarme para que me fuera a trabajar con ellos a Valencia, a la Fira. Por supuesto, lo rechacé.
A mi mujer le ha sacado de la carretera otro vehículo y luego aseguraron con una llamada que no había sido un accidente
¿Ha recibido amenazas o ha temido por su vida, una vez que salió a la luz el caso Gürtel?
Por supuesto, tanto mi mujer como yo hemos recibido amenazas. A mi mujer le han sacado de la carretera con otro vehículo y luego se aseguraron con una llamada de dejar claro que no había sido un accidente. También han amenazado a mis hijos. Desde un primer momento quise que el caso no afectara a la vida de mi familia, pero ha sido muy difícil. Tengo que decir en ningún momento quise protección, pero en todo momento la Policía se ha portado muy bien con nosotros.
¿Cuál fue la respuesta del partido?
Me sentí profundamente decepcionado. Antes de presentar la denuncia intente hablar con gente dentro del PP y no hubo respuesta. Hablé con Aguirre, con Cifuentes, con mucha gente y la respuesta era la misma: "tranquilízate, déjalo hasta que pasen las cosas, no te preocupes que eres de los nuestros..." Los partidos son auténticas sectas. La gente dentro de las formaciones no habla porque sin el partido no son nadie. No sabrían en qué trabajar, no tienen ni oficio, ni beneficio. Me decepcionó todo el partido, hasta el propio Mariano Rajoy. Se excusó con que había echado de Génova a Correa cuando se enteró de todo. No lo digo yo, lo dijo el mismo. Rajoy debería haber denunciado la Gürtel. Lo sabía todo y no hizo nada. Me hubiera ahorrado todos estos años de sufrimiento.
¿Recibió apoyo de la gente, de sus vecinos, de la opinión pública?
La gente al principio incluso me insultaban por la calle. Fue muy duro los primeros años. En Majadahonda era donde estaba más arraigado el PP más corrupto. Entiendo que me vieran como el que se ha metido con su gente, a la gente que votan. Incluso llegue a entender que criticaran mi acto, pero lo pasaba muy mal cuando me insultaban incluso delante de mis hijos. Por suerte, la marea de corrupción me está dando la razón. Todo lo que denuncié es verdad como está demostrando la investigación del caso.
¿Cómo entra en contacto con Francisco Correa?
El mismo día de mi boda. Su mujer iba a comenzar a trabajar como jefa del gabinete de Guillermo Ortega, donde ya estaba trabajando. El mismo Guillermo me recomienda que la invite ya que vamos a ser compañeros e insiste que Correa es una persona muy importante en el partido.
¿Cómo eran Francisco Correa y sus socios de la trama en las distancias cortas?
Eran personas absolutamente normales. Quizá el más especial era Correa. Te tenías que hacer valer delante él. Era una persona con demasiados complejos. Con su aspecto agresivo y dinero intentaba imponerse a los demás. A la menor oportunidad intimidaba a la gente y demostraba que él mandaba. Pero por ejemplo, Pablo Crespo era muy afable. El problema de los corruptos es que no son conscientes de que están delinquiendo. Piensan que lo que hacen son meros negocios. Creen que antes de que se lo lleven otros, se lo llevan ellos. La extorsión y el chantaje forman parte de su rutina y lo ven con normalidad.
¿Qué le ofrece Correa para comenzar a estrechar su relación?
Correa intercede para que montemos un partido político independiente tras salir del PP por el famoso informe que quise presentar a Esperanza Aguirre sobre la venta de unas parcelas y que rechazó. Se produce una limpia en las filas del partido y su mujer también deja el cargo. Hablamos de crear un nuevo partido para limpiar de corrupción el municipio. Pero él solo quería utilizarnos y seguir sacando tajada con sus negocios. En ese momento, no se le veía como un mafioso. Era el número seis en importancia dentro del PP. Había sido el padrino en la boda de la hija del presidente Aznar, había organizado la boda, la despedida de soltero, cenaba con Aznar y Berlusconi.
¿Tenía claro cuando denunció que el caso apuntaba directamente a la cúpula del PP?
Estaba claro que el contenido de las grabaciones implicaba a gente muy importante. Cuando las escuchaba sabía que iba a ser un auténtico seísmo político. Esto unido al excelente trabajo de la policía, ha desvelado un mapa de la corrupción inmenso en este país. Las grabaciones destaparon el verdadero ruido de la corrupción. Y el Estado de Derecho no ha podido mirar a otro lado.
Rajoy debería haber denunciado la Gürtel. Lo sabía todo y no hizo nada.
¿De los casi 200 imputados que lleva la instrucción echa en falta a alguien?
Lo tendrán que decidir los jueces. Yo creo que hay unos responsables políticos claros. Rajoy, Mato, Pons, Pío Escudero, todos aparecen en las grabaciones. Mi labor ya está realizada y ahora está en manos de los jueces.
¿Le sorprende que en estas últimas semanas hayan saltado tantos casos de corrupción?
Después de mi experiencia, no me está sorprendiendo. Había una impunidad total para que sucediera todo esto. Los corruptos pensaban que se iba a mantener en el tiempo. El corrupto se siente inmunizado después de cometer los primeros delitos. No siente que hace algo ilegal. Simplemente cree que hace negocios.
Usted como abogado, ¿cómo valora que del partido solo esté en prisión Bárcenas?
Hay una sensación de que se aplica un doble rasero. Hay gente que cobró mucho dinero de la Gürtel y no está imputada. Ni si quiera fueron llamados a declarar. En los casos de corrupción parece que hay unas líneas rojas que no se pueden sobrepasar. Es un elemento a tener en cuenta para que los gobernantes de este país lo hagan mejor y mejore la justicia. Especialmente, su independencia, que ahora es inexistente.
Pero se están destapando tramas y los corruptos, más tarde que pronto, terminan en prisión.
Si nos remontamos a los gobiernos de Aznar, se desmontaron todas las estructuras para perseguir la corrupción. Hubo una impunidad absoluta en materia de impuestos que demuestra que se protegía a las grandes fortunas y grandes empresas. En 2007, se vuelve a reforzar esta área. Si Montoro hizo la amnistía fiscal, que fue una aberración, la hizo para salvar a mucha gente de casos de corrupción. En todos los casos, estas personas blanquearon dinero gracias a esta medida. Pero estoy moderadamente satisfecho. L as instituciones se han encontrado a sí mismas y los jueces están teniendo una sensibilidad especial por el momento que estamos pasando. Se nota en las sentencias en la postura respecto a los desahucios o como intenta llegar a las altas esferas en los casos de organización criminal.
¿Cree que Bárcenas miente como dice el actual Gobierno y el PP?
La investigación del juez está demostrando que los papeles de Bárcenas son ciertos. No se puede dudar de que hubiera sobresueldos cuando día a día se confirma la veracidad de los documentos que presentó. Lo importante es que lo crea el juez y parece que le está pareciendo muy creíble.
¿Contará todo lo que sabe?
Si Bárcenas o Granados tiran de la manta y dejan que la justicia investigue en profundidad, todo el Partido Popular se tendría que desaparecer al instante.
El debate político es ponerle fin ¿Cómo atajaría usted la corrupción?
El poder compartimentado es menos poder. Se debería limitar. Yo exigiría partidos políticos dedicados exclusivamente al ámbito local, autonómico y nacional, que fueran independientes entre ellos. Cuando eres un alcalde tienes por encima al gobierno de la Comunidad y al central. Dependes de la gente de arriba. Te van a presionar y pedir favores. Siempre he pensado que lo mejor sería partidos locales independientes de las formaciones nacionales. Habría un equilibrio del poder legislativo. Pero evidentemente a los partidos no les interesa.