JOSÉ LUIS PEÑAS
06/08/2010
La Pura Verdad
Gürtel y su padrino (I)
La vida política de José María Aznar ha estado salpicada por diferentes escándalos. Primero en Castilla y León; casos de Burgos, Palencia y Naseiro. Luego como presidente de España; su gran obra –si quitamos la foto de las Azores, la de los pies en la mesa y ese acento de paleto en la corte del rey Iñaki– es, sin duda, el caso Gürtel. Caso que mació, como diría el clásico, en sus pechos; que se amamantó de la ubre económica de todos los españoles con la aquiescencia de buena parte de la cúpula pepera, hoy imputada o por imputar.
Cuando Aznar se reía al oír a Felipe González decir aquello de “me he enterado por la prensa”, poco imaginaba que el poco prestigio que le quedaba de su etapa de César imperial, se diluiría entre la corrupción que de forma generalizada campó en sus mandatos y llegaba, vía medios de comunicación, a él y a su familia. Se debe hacer un repaso, no exhaustivo, pero sí claro, sobre las relaciones entre el caso y su inicial responsable político, poniendo de manifiesto que no fueron gentes que se encontraban en lejanas montañas y desiertos sino gentes de su círculo político más cercano e incluso familiar. Por donde empezar es lo difícil. Al finalizar, todos ustedes deben decidir y juzgar para sí mismos.
José Maria Aznar- Francisco Correa
Su íntima amistad se fraguó en los
mítines y campañas del Partido Popular de finales de los 90. Nada ni nadie apartaba a Francisco Correa del presidente. Senadores, congresistas, directores generales, alcaldes se mataban por cenar con Correa. No poseía cargo en el partido, sólo estaba detrás del presidente y dos o tres personas más. Pero podía ser el más importante al tener la oreja de Aznar junto a su boca para decirle cualquier cosa. Los dos fraguaron, junto a Alejandro Agag, el corralito de Becerril, universidad de becarios para el poder omnímodo que proyectaba el líder.
Correa, enemigo de fotos y de estar en boca de todos tuvo, como casi siempre, fortuna cuando Antonio Cámara se hizo con las riendas en los mítines del presidente. Una fuerte discusión entre ambos y Aznar tuvo que pedir a Correa que no apareciese, por favor, en los actos. Correa vio el cielo abierto y contrató a una persona diplomática y con quien casi nadie podría discutir por su espíritu afable y ganas de satisfacer deseos: Álvaro Pérez el Bigotes. Antonio Cámara controlaba, pero el Bigotes hacía lo que quería gracias a su habilidad y buen hacer.
Alejandro Agag- Francisco Correa
Álvaro fue presentado por Agag a Correa. Agag en su boda imperial contó con Correa como padrino y como organizador del evento –despedida en Gabana y cena en el pueblo escurialense–. Asimismo, medió para que el cerebro de la trama Gürtel, Correa, consiguiese contratos con una compañía francesa dedicada a la publicidad y las relaciones públicas cuando trabajaba en La Moncloa como ayudante del entonces jefe del Gobierno.
En unos archivos, supuestamente aparecen 10.000 euros por billetes de avión y facturas de hotel como deuda de Agag o pago sin retorno. En archivo registrado como “Extracto Agag” hay unas facturas pendientes de pago. En el segundo fichero, “Facturas pendientes de Agag”, constan deudas con Pasadena Viajes, la agencia de Correa, por 4.000 euros. Una carta de Cámara desde Moncloa y como secretario personal del presidente solicitaba entre otras cosas, vallas al Ayuntamiento de Madrid a Luís Molina, para utilizarlas en la boda del nene, la Boda Áulica. UNA BODA PRIVADA: ¿pagó Aznar estas vallas al pueblo de Madrid?, ¿las pagó Correa? ¡Y el señor Agag no está imputado! Efectivamente, la justicia debería ser algo más valiente.
Francisco Correa-suegros de Azna
Una de las múltiples inversiones inmobiliarias de Correa se realizó en Majadahonda, un bloque entero de viviendas de lujo, que él mismo reconoce como suyas y de algunos otros socios, entre ellos Jacobo Gordon. Esta promoción está investigada, además, porque aparece como posible inversor el tesorero del Partido Popular, José Luis Bárcenas.
La madre de Agag fue concejal en el Ayuntamiento de Majadahonda y es una afiliada muy activa en el municipio. Pues bien, sobre el edifico pesa una nota de embargo de dos millones de euros y está bajo administración judicial. Y al mismo se han mudado los suegros del amigo de Bush, de forma “temporal, hasta que terminen las obras de reforma” de su casa. Dicen que han “alquilado” el piso “a la promotora, a Twain Jones”. Claro, no deben saber que es del íntimo amigo del niño y del que está en la cárcel.
¿Saben ustedes algo de la boda de su nene? ¿Quién la pagó o si se pagaron los servicios prestados por las administraciones públicas para una boda privada? ¿Quién lo hizo? ¿Pudo haber sido Correa? Llámennos si recuerdan algo, España, eso a lo que tanto quieren y por lo que tanto luchan para que no se parta y tal, se lo agradecerá sin duda.
José Luis Peñas es el denunciante del caso Gürtel, ex concejal del PP en Majadahonda y abogado