E. LAGAR ARAVACA (MADRID) José Luis Peñas trabaja hoy como funcionario municipal en el centro sociocultural del ayuntamiento madrileño de Aravaca. Pero es algo más que un anónimo empleado público. Él está en el origen del monumental escándalo de corrupción política que tiene en vilo al PP y al gobierno de Rajoy. Fue el denunciante. Es el hombre que entre 2005 y 2007 grabó a Francisco Correa, cabecilla de la red Gürtel, alardeando de sus oscuros manejos.
Y de todas estas grabaciones, la más señera, la más incriminatoria, es aquella en la que Correa asegura que ha llevado "mil kilos" a Bárcenas "a Génova y a su casa" de obras de Fomento en la época de Cascos. Aquella en la que, además, Correa asegura que sabe "dónde los tiene y cómo los saca" y también los paraísos fiscales a donde iba a parar ese dinero. Peñas ha vuelto de nuevo a la actualidad después de que tanto la defensa de Correa como la de Bárcenas tratasen de forzar una anulación del caso cuestionando la validez de esas grabaciones, algo que el juez instructor Pablo Ruz ha descartado. Peñas cuenta cómo hizo aquellas grabaciones y también cómo el escándalo le afectó a su vida profesional y personal. Este es su testimonio.
Diciembre en el hotel Fénix. "En la primavera de 2005 yo había tenido un problema con el PP de Majadahonda. Me habían echado del partido por un asunto de unas parcelas. Voté en contra y nos echaron a mi compañero Juan José Moreno y a mí. Conocía a Correa a través de su mujer de entonces, Mari Carmen, con la que había trabajado cuatro años codo con codo. Ambos éramos asesores en el ayuntamiento de Majadahonda. Cuando yo tengo ese problema, Carmen habla con su marido, al que yo conocía de dos o tres veces. Hoy en día tú hablas de Correa y parece que hablas del demonio, pero hay que irse diez o doce años atrás y ver quién era Correa. Era un tío que cenaba con el presidente del Gobierno, un tío que iba a la boda de la niña del presidente, un tío que le hacía todo al PP. Todo el mundo se abría a su paso. En 2005, ante un tío que tiene una amistad excesiva con el presidente, con Arenas, con Pío García Escudero, con Álvarez-Cascos, no piensas que es este tipo de mafia. Ahora es muy fácil decirme: 'es que te juntaste con un corrupto'. ¡Pero, claro, vete tú a saberlo entonces! Era un tío que mandaba en este país como no mandaban muchos ministros. Eso te lo puedo asegurar.
Bueno, cuando nos expulsan del PP, Mari Carmen nos organiza una reunión con su marido y le pide que nos ayude. A partir de ahí hacemos una pequeña amistad y la vamos cultivando. Nos da la idea de montar un partido político en Majadahonda. Él nos dijo que no nos preocupáramos por nada. Era la época en que los partidos podían tener aportaciones anónimas. Así que en octubre inscribimos el partido después de unos meses de preparación y empezamos a trabajar. En diciembre el tío nos dice: 'oye, veniros'. Nos citó en el hotel Fénix, en Colón. Él se había marchado de casa, estaba liado con una tía del espectáculo. Había alquilado dos suites. Él lo hacía todo a lo grande. Estábamos charlando y recibe una llamada al móvil. Yo lo escucho. Está hablando con Martín Vasco, con un concejal de Arganda, que era el presidente de la empresa municipal. Escucho que Martín Vasco le está diciendo: 'si no me dais mis 300 millones, no sale lo de las parcelas'. Eran esas parcelas que luego le dijeron a Rajoy y que Rajoy no hizo nada. En ese momento te das cuenta de dónde estás. Hasta entonces pues, bueno? Todos tenemos nuestro ego. Si te dicen: 'tú vas a montar un partido, que yo te voy a ayudar, que yo de esto sé, que yo se lo he dicho al presidente y que tenéis su apoyo'? pues tu ego? Correa había hecho las mejores campañas del PP de la historia, donde se había ganado una mayoría absoluta. Lo que él quería de verdad me doy cuenta después. Quería tener una cuña en Majadahonda para seguir teniendo sus contratos y sus historias. Bueno, pues entonces yo oigo esa conversación y tengo dos opciones: puedo seguir y taparme los ojos, o puedo pensar: soy abogado, si voy a denunciar esto, ¿cómo lo denuncio? ¿Digo que he oído a un tío que le ha dicho a otro tal cosa? Para estas cosas se necesitan muchas pruebas. Y al día siguiente empiezo a grabar con la firme convicción de que denunciaré esta trama y al final habrá un juicio y yo presentaré mis pruebas. Los jueces y fiscales tendrían pruebas más que de sobra".
Es Una grabadora antediluviana. "Le dije a mi mujer por la noche que iba a grabar. Era la que tenía que darme el permiso. Tenemos hijos pequeños. Ella me dijo que adelante, que ni lo dudara. Que si esta gente eran unos corruptos y unos mangones teníamos que ir para adelante. Grabé con dos aparatos. Tenía una memoria USB del año 2000 que tenía función de grabar, de lo más antediluviano. No tenía botón de rec, había que darle a dos teclas? Entonces, claro, perdí muchas grabaciones. Luego, a los seis u ocho meses, ya me compré una cosita un poco más sofisticada. Estuve grabando a Correa desde diciembre de 2005 a diciembre de 2007. La última conversación la tenemos en diciembre de 2007 después de haber hecho ya la denuncia ante la UDEF. En diciembre me llama para quedar a media tarde. Yo estaba acojonao. Me digo: 'acabo de poner una denuncia contra este tío y me llama'. Correa tenía muchos amigos en la policía y muchos amigos políticos?. Me digo: '¿hostia, qué hago?".
En la boca del lobo. "Lo que hice fue armarme de valor e ir a Serrano 40, a la boca del lobo, llámalo como quieras. Comuniqué a la policía la situación. Y fui y grabé. Y es en esa grabación cuando grabo lo de los mil millones de Bárcenas. Lo que yo oí y grabé está en la denuncia: que él le llevó a Génova y a su casa mil millones de adjudicaciones de la época de Cascos y que ademas sabía que lo sacaba de España. Lo que oí es lo que oí: que este tío le llevó mil kilos. Y muchas veces se olvida qué es lo que viene después. Dice: 'y sé dónde lo tiene y cómo lo saca, en qué paraíso fiscal'. Es evidente que era dinero de mordidas. La instrucción está siendo tozuda con los implicados, todo lo que dijo el señor Correa se está demostrando que es simplemente la verdad. Diga lo que diga el señor Correa, diga lo que diga el señor Bárcenas. Otra cosa es si eran mordidas del PP y se las quedaba el señor Bárcenas o si eran mordidas del señor Bárcenas y se las quedaba el PP?".
Un accidente y una llamada. "Claro que no era consciente de dónde me estaba metiendo. A medida que iba entrando, iba descubriendo. Las conversaciones manifiestan los negocios, el dinero que sacaban fuera, pero no conocía estas cantidades. Sabía que hacían cosas, pero no de esas maneras. A mí Correa me dice en las grabaciones lo de los mil millones (de pesetas) de Bárcenas. Pero resulta que no eran 6 millones de euros, que tenía 38 millones. Poco a poco fui adquiriendo conciencia del peligro que corre mi familia y yo mismo. Como a los siete u ocho meses empiezo a ver que puedo aparecer cualquier día en el río flotando. No es ninguna frase, porque si tú te pones a ver los imperios que han caído con Gürtel y te salen miles de millones de euros. Luego, cuando estalla todo el escándalo, claro que recibo amenazas telefónicas. A mi mujer un día la sacaron de la carretera con otro coche. Tuvo un pequeño accidente. No le pasó nada. Y a las cuatro de la mañana me llamaron y me dijeron: 'la próxima vez se va a caer de un sitio más alto".
El castigo al denunciante. "Ahora puede pasar de todo. Puede salir un caso Naseiro, puede salir, pero al final tendrá que haber una sentencia importante. Si Bárcenas no va a la cárcel, por lo menos seis meses, yo me hago apátrida. Si no, sería un descrédito inmenso para la justicia. Hombre, yo creo que a Correa, a Pablo Crespo tienen que mandarlos a la cárcel y, si me apuras, igual acabo yo también en la cárcel. Sería un colofón fenomenal para ellos. Meter en la cárcel al que ha denunciado, como aviso a navegantes: el próximo que se atreva ya sabéis donde puede acabar. Yo estoy imputado, hay una serie de apuntes en los que sale mi nombre con lo del partido político de Majadahonda. Pero tengo todos esos pagos justificados y referenciados y detallados en el sumario, en la Audiencia Nacional, aporté todos los justificantes, todos los ingresos".
De traidor a héroe. "Cuando salió lo de los 22 millones de Bárcenas en Suiza la percepción de la gente cambió sobre mí. Al estallar el escándalo Gürtel, con toda la brunete pepera diciendo de todo sobre mí, me resultaba muy difícil salir a la calle. La gente me insultaba y cuando la gente se viene arriba es muy peligrosa. Me decían que era un traidor. Me han llegado a escupir, yendo con mi hijo pequeño por la calle. Fue muy difícil para mí. Sin embargo ahora, después de salir lo de los 22 millones, he tenido una presencia mediática importante, he dicho mi verdad, y la gente ha cambiado de una manera brutal. La gente me saluda, me da las gracias. Me ha llegado gente, viejecitas de las que antes me insultaban, y me dicen: 'Perdónanos pero hemos estado muchos años pensando que eras un traidor y ahora viendo esto, hiciste muy bien, te tienes que sentir muy orgulloso'. Eso me llegó".
E¿Y Rajoy qué hizo? "Lo único que hizo Rajoy con el escándalo Gürtel fue expulsarme a mí del PP. Es su gran bagaje para la democracia. Sabía que Correa era un presunto delincuente y corrupto y él lo que hace es echarlo de Génova. ¿Y cómo es que usted no se fue a denunciarlo, como hice yo? Si Rajoy lo hubiera hecho yo me hubiera evitado cuatro años de dolor y de escarnio público. A mí me ha costado, laboralmente, ser una persona amortizada. Pero sí es verdad que yo tenía una proyección laboral fuera y tras estallar el escándalo, nadie me quiere. Yo soy abogado, me gustaba el mundo empresarial. Antes de ser funcionario estuve en el mundo empresarial, por las tardes ejerzo mi afición, colaboro y asesoro desinteresadamente a partidos políticos independientes, a concejales que no quieren seguir las imposiciones de sus partidos así como a familiares y amigos. Y siempre, salvo las gracias, no cobro nunca".
El principal imputado en la trama podrá preguntar al juez por su decisión de intervenir las conversaciones de los acusados con...
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